29/11/2024
Cuáles son las estrategias de estudio que podrían ser más eficaces para rendir un examen
Fuente: telam
La cantidad de contenido y el tiempo disponible en muchos casos se superponen, por eso, existen diversas técnicas de aprendizaje que agilizan el proceso
>La transición del colegio a la El tiempo y la cantidad de exámenes se superponen y provoca, en ciertos casos, que los estudiantes experimenten estrés y presión, ya que, además del aprendizaje, deben desarrollar habilidades de gestión del tiempo, organización y concentración.
En este contexto, muchos recurren a estrategias tradicionales de estudio, como la relectura de textos o el subrayado de pasajes importantes. Sin embargo, estas técnicas, aunque muy populares, no siempre resultan ser las más efectivas. De lo contrario, puede convertirse en una tarea superficial que no ayuda a retener realmente la información.Para mejorar estos métodos, el enfoque de las sesiones de estudio debe cambiar hacia técnicas más activas y organizadas. Los expertos sugieren que, en lugar de pasar horas releyendo un texto o estudiando de manera intensiva la víspera del examen, es más eficaz realizar sesiones de estudio cortas y espaciadas.“Lo importante es cómo utilizas tu tiempo de estudio, no la duración del mismo. Las sesiones largas provocan pérdida de concentración y, en consecuencia, menos aprendizaje y retención”, aseguró Matthew Bernacki, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Carolina del Norte (UNC), en diálogo con BBC Brasil.Las estrategias de memorización y aprendizaje son herramientas útiles, pero requieren motivación y concentración. Estudiar mientras se mira televisión no es efectivo. Estas técnicas no son mágicas ni milagrosas, su éxito depende de factores claves, asegura en su sitio web la Universidad Carlemany de Andorra.
No todas las técnicas funcionan igual en los diferentes casos. Es necesario encontrar la más adecuada y cómoda para el tiempo y capacidad de cada uno, aunque lleve varios intentos. Una vez hallada, el estudio será más sencillo.Sin embargo, en líneas generales no se recomienda estudiar de memoria, ya que sólo implica recuerdo a corto plazo y un olvido puede hacer perder todo el hilo.
Una de las técnicas ampliamente utilizadas en la gestión del tiempo es la llamada “técnica Pomodoro”. Esta estrategia consiste en organizar el estudio en bloques de tiempo enfocados, donde el estudiante se dedica exclusivamente a una tarea durante un período específico, generalmente de 25 a 35 minutos.Después de ese tiempo, se toma un breve descanso de 5 minutos para relajarse, estirarse o atender cualquier distracción, como revisar mensajes. Este ciclo se repite varias veces, lo que permite que el cerebro se mantenga concentrado y motivado, sabiendo que tiene una recompensa breve después de cada bloque de estudio.A lo largo de estas pausas, el cerebro se “recarga”, lo que facilita una mayor retención de la información cuando se retoma el estudio. Esta forma de trabajar, estructurada en intervalos, demostró ser mucho más efectiva que intentar abarcar todo el contenido en una única sesión maratónica.
En lugar de depender únicamente de la relectura y el subrayado, el aprendizaje activo demostró ser una alternativa mucho más eficaz. Este enfoque implica una mayor interacción con el material estudiado, en lugar de simplemente leerlo pasivamente.El Centro de Aprendizaje de la UNC recomienda la práctica de readquisición, que consiste en crear preguntas o problemas sobre lo que se acaba de leer, explicó Bernacki a BBC Brasil. Al intentar responder estas preguntas por cuenta propia, los estudiantes refuerzan lo aprendido y logran una mayor retención de la información a largo plazo.Otra estrategia dentro del aprendizaje activo es explicar el contenido en voz alta, con palabras propias. Este proceso, denominado auto-explicación, permite a los estudiantes asegurarse de que comprenden lo que han leído, y les ayuda a identificar áreas que necesitan revisión o clarificación.Este método potencia la capacidad de retener información, estimula la plasticidad cerebral y mejora la comprensión de conceptos, especialmente cuando se presentan en listas o estructuras específicas, afirmó la Universidad Carlemany.
Fuente: telam