27/05/2025
7 curiosidades sobre la Gran Muralla China, una de las Siete Maravillas del mundo

Fuente: 1748336885
De su verdadero tamaño a los materiales usados en su construcción, la historia del monumento se despliega con detalles poco divulgados
>Majestuosa, imponente y cargada de simbolismo, la Su silueta serpenteante se volvió en una postal inconfundible del país asiático y en uno de los destinos turísticos más deseados del mundo. Pero más allá de su fama y su aspecto monumental, esconde datos sorprendentes, detalles poco conocidos y realidades que contradicen muchos de los mitos populares.
La Gran Muralla China nació de la necesidad de defensa frente a los pueblos nómadas que habitaban al norte del actual territorio chino. En el siglo V a.C., los diferentes Estados que conformaban el territorio chino iniciaron la construcción de murallas independientes como forma de protección. Sin embargo, fue el emperador Qin Shi Huang, fundador de la dinastía Qin, quien en el año 221 a.C. ordenó unificar y ampliar estos tramos dispersos tras lograr la unificación de China bajo un único imperio.Qin utilizó la mano de obra de cientos de miles de prisioneros, campesinos y esclavos. La edificación tuvo un altísimo costo humano: se calcula que más de un millón de personas murieron durante su construcción. Con el tiempo, se difundió el mito de que los cuerpos de los obreros eran sepultados dentro de la propia muralla, aunque las investigaciones modernas desmintieron esta leyenda. Aun así, el sufrimiento humano detrás de esta colosal obra quedó grabado en la historia.La muralla atravesó diversas etapas de construcción, reconstrucción y abandono, dependiendo de las prioridades de cada dinastía. Los Han (206 a.C.–220 d.C.) restauraron secciones anteriores y construyeron nuevos tramos, especialmente en el desierto de Gobi, con el objetivo de proteger las rutas comerciales hacia Occidente. Durante este periodo, la muralla también comenzó a cumplir funciones económicas, ya que en sus puertas se instalaron mercados que fomentaban el comercio con otros pueblos.Durante mucho tiempo se creyó que la Gran Muralla tenía una longitud de 8.850 kilómetros, cifra basada en los tramos construidos por los Ming. Sin embargo, un extenso estudio iniciado en 2007 por la Administración Estatal del Patrimonio Cultural de China, y actualizado en mayo de 2024, reveló una realidad mucho más compleja: la muralla en su totalidad —incluyendo secciones colapsadas, fragmentos menores y estructuras auxiliares— alcanza los 21.196 kilómetros.
Esta nueva medición contempló más de 43.700 secciones, lo que convierte a la Gran Muralla en la construcción más larga jamás realizada por el ser humano. Según ese mismo informe, solo un 8,2% de la muralla conserva su estado original, mientras que el 74% está gravemente deteriorado. Esto pone en evidencia la urgencia de restauración y conservación de este patrimonio cultural.La función principal de la muralla era defensiva. Su objetivo era proteger a los pueblos sedentarios chinos de los constantes ataques de los nómadas del norte, como los xiongnu y posteriormente los mongoles. Estas tribus buscaban recursos que no podían producir en sus territorios, principalmente alimentos, seda y productos manufacturados.En 1987, la UNESCO inscribió a la Gran Muralla China en su lista de Patrimonios de la Humanidad, reconociendo su valor cultural e histórico universal. Fue reconocida no solo por su impresionante longitud y complejidad arquitectónica, sino también por su testimonio de los sistemas de defensa milenarios, la organización social del imperio chino y su legado geopolítico.
En 2007, la Gran Muralla fue seleccionada como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Moderno, en un proceso global de votación pública impulsado por la organización New7Wonders. Esta selección, donde participaron millones de personas de todo el mundo, puso en el centro de la atención internacional a este monumento milenario.
El reconocimiento es simbólico, pero importante: coloca a la Gran Muralla junto a sitios icónicos como el Coliseo de Roma, el Cristo Redentor de Brasil o el Machu Picchu peruano. Todos estos sitios representan legados únicos de la humanidad y refuerzan la idea de que el patrimonio cultural debe preservarse como parte del futuro de todos.Visitar la Gran Muralla es una experiencia única y enriquecedora, pero exige una mínima preparación. Hay varios accesos habilitados al turismo, cada uno con características distintas. Los más populares incluyen:- La muralla atraviesa montañas y valles, y algunas pendientes alcanzan los 45 grados de inclinación. Se recomienda llevar calzado cómodo, agua, protección solar y consultar el clima antes del viaje. La mejor temporada para visitarla es de abril a octubre, evitando los días más calurosos del verano o las tormentas de invierno.
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