En la última, sufriendo, Tigre le ganó a Lanús como local en Victoria. Fue por 2 a 1, con goles de Alexis Castro y Mateo Retegui, que cuando el partido terminaba en igualdad le rompió el arco a Acosta para hacer delirar al José Dellagiovanna.

En busca de la mejoría, Martínez hizo tres cambios, dos obligados por lesión (Luciatti y Montoya por Cabrera y Prieto) y uno táctico (Menossi por Zabala).

Con un 4-2-2-2, Tigre mostró una primera diferencia: Molinas haciéndose cargo de la salida, siendo primer pase e influyendo más en el juego. Los primeros minutos fueron de estudio hasta que a los 15' se activó todo: atajada a contrapierna de Marinelli y respuesta de Tigre con una corrida de Retegui que se iba al gol. Mateo estaba por rematar y Lema apenas lo tomó, aunque lo suficiente para convencer al árbitro. Pero soltó justo afuera del área.

Algunos creyeron que había cobrado penal, pero Mastrángelo sancionó tiro libre y expulsó al defensor de Lanús. Retegui se hizo cargo de la pelota parada y el arquero Acosta le ahogó el grito. Con el hombre de más, Tigre empezó a desnivelar y a llegar con más facilidad.

Durante un tramo, el Matador abusó demasiado del toqueteo en la puerta del área y siempre hacía un pase de más, dejándole vida a Lanús. De no haber sido por la mala puntería de Troyansky, el Granate se hubiese puesto 1-0 tras un yerro de Aguilera.

Pese a eso, Tigre siempre fue superior en cuanto al dominio de pelota, mostró mucha movilidad y encontró la ventaja un rato antes de terminar el primer tiempo. Disparo de Molinas que le quedó a Castro tras un rebote y definición de Pucho. El equipo se soltó aún más tras el 1-0 y no dejó de buscar el segundo, con Menossi combinando con mucha precisión en cada transición en velocidad.

Con paciencia y sin tanta voracidad, Tigre fue en búsqueda del segundo gol una vez iniciado el complemento. Muy poco de Lanús, cada vez más metido en su arco, sin peso ofensivo y dejando venir al Matador hasta 3/4 de su área. El visitante solo se mantenía en partido por pérdidas en el fondo de la defensa matadora.

Pero como Tigre nunca terminó de acelerar y aprovechar el hombre de más, Lanús se lo empató en una pelota parada a los 21'. Centro de Boggio y cabezazo de Leandro Díaz. Baldazo de agua fría para el Matador, que era más, pero jamás lo tradujo en más diferencia de goles.

Mastrángelo, árbitro de la noche, estuvo cinco minutos resolviendo problemas con el intercomunicador y eso planchó el partido. Mientras bajaba el "movete Tigre movete" de la popular, el Matador se fue quedando y empezó a equivocar los caminos.

A falta de 15', Lautaro Montoya, de discreto partido en ataque y muy tímido con la pelota, vio la doble amarilla y dejó a Tigre con diez hombres.

Fuente: Que pasa web 

El Matador no tuvo reacción alguna, Martínez hizo un solo cambio y el equipo no supo descifrar el partido. Se quedó sin energia, perdió el ímpetu y quedó inmerso en una catarata de infracciones en la puerta del área a favor de Lanús.

Mastrángelo dio ocho de descuento, el DT mandó a la cancha a Badaloni, Zabala y Garay pero ninguno pudo cambiar la ecuación, además de que Lanús se cansó de hacer tiempo Tigre volvió a quedarse sin nafta.

Parecía que se iba con las manos casi vacías, hasta que en el último suspiro, Retegui aprovechó un cabezazo de Molinas que quedó corto y le rompió el arco a Acosta para el desahogo de todo Victoria.

Con este resultado, el Matador llegó a 11 puntos y ganó por primera vez en el año como local. El jueves debutará ante San Pablo en la Sudamericana.