30/11/2024
“El Rulero” cumplió 40 años: historia, construcción y renovación de uno de los edificios de oficinas más icónicos de la geografía porteña

Fuente: telam
Su forma cilíndrica rompió hitos arquitectónicos y se volvió un clásico del skyline de la Ciudad. Mantiene alta demanda y hay lista de espera por sus oficinas, que albergaron grandes empresas de varios sectores de la economía
>La Torre Prourban, más conocida como “el Rulero” por su forma cilíndrica, cumplió 40 años desde su inauguración, en 1984 (aunque la construcción terminó en 1983). Ubicada en la estratégica esquina de Avenida del Libertador y Carlos Pellegrini, en Retiro, este edificio de 107 metros de altura se consolidó como un ícono urbano que marca el ingreso a la emblemática Avenida 9 de Julio.
Actualmente, hay lista de espera de empresas interesadas en mudarse allí, algo poco habitual en otros edificios. El valor de alquiler, según datos del mercado corporativo, oscila en USD 30 por metro cuadrado.
Operan principalmente empresas financieras, embajadas y oficinas de holdings corporativos, como el Grupo Macri, fundado por Franco Macri, padre del ex presidente Mauricio Macri. En el inmueble operaron y lo siguen haciendo algunas automotrices que también contribuyeron a la fama de “El Rulero”, como FIAT, entre otras.La historia del edificio comienza a fines de los años 70, cuando la empresa Sideco adquirió el terreno en una esquina privilegiada de la ciudad, apuntando a desarrollar un edificio que reflejara innovación arquitectónica.Según Justo Solsona, uno de los arquitectos a cargo del proyecto y miembro del estudio MSGSSV (que fue premiado por esta obra), la propuesta de un edificio cilíndrico fue seleccionada no solo por su singularidad estética, sino también por sus ventajas estructurales. “La forma cilíndrica permitía optimizar la resistencia al viento, lo que significó un ahorro significativo en la construcción”, destacó a Infobae.También sus plantas interiores circulares marcaron un hito en ese momento.
La fachada, de hormigón visto, se caracteriza por buñas horizontales y verticales y ventanas cuadradas de gran formato, lo que le otorga su distintiva apariencia robusta y atemporal.La influencia de la Torre Prourban en la configuración de su entorno es importante para la ciudad, además es uno de los edificios más fotografiados de CABA junto con el Solsona reflexionó sobre cómo el edificio ayudó a transformar la entrada a la Avenida 9 de Julio al establecer un diálogo arquitectónico con otras construcciones en la zona. “A pesar de los cambios en la ciudad, el entorno inmediato de la torre se mantuvo relativamente constante, preservó el carácter que este edificio le imprimió desde sus inicios”.La construcción del edificio tomó aproximadamente dos años y medio, un tiempo notablemente corto para un proyecto de esta envergadura, informaron desde el sector inmobiliario.Desde su inauguración, la torre se mantuvo como uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, en parte por su ubicación estratégica que marca la entrada a una de las avenidas más importantes de Buenos Aires.
“Es un edificio que se distingue por su simplicidad y al mismo tiempo por su capacidad de generar un impacto visual significativo”, añadió Solsona.En las últimas décadas, la Torre experimentó un proceso de renovación constante para adaptarse a las necesidades sin perder su esencia original. Desde 2019, la gestión estuvo a cargo de Waves in Movement, bajo la dirección de Marcos Villanueva, quien destacó las múltiples intervenciones realizadas en los últimos años para mantener la torre al día. “Nos enfocamos en modernizar las instalaciones, pero siempre con el respeto por el legado arquitectónico de este edificio”, señaló durante el evento de aniversario.Entre las mejoras más destacadas se incluyen:- Estas renovaciones permitieron que la Torre Prourban continúe siendo competitiva en el mercado de oficinas premium de la ciudad, atrayendo a empresas que buscan espacios modernos y funcionales.
De cara al futuro, se anunció un nuevo proyecto que se pondrá en marcha en 2025: la creación de un espacio verde que rodeará la torre, transformará sus jardines en áreas de uso común más accesibles.
Este proyecto es el resultado de un concurso liderado por la Sociedad Central de Arquitectos (el arquitecto ganador del curso es Pablo Guerra de Mendoza) y busca mejorar la integración del edificio con su entorno, fomentará así el uso de espacios al aire libre en un contexto donde las empresas valoran cada vez más el bienestar de sus empleados.Además, el proyecto apunta a responder a la demanda de empresas que buscan atraer talento ofreciendo entornos laborales más sostenibles y en contacto con la naturaleza.
El evento de celebración concluyó con una muestra fotográfica. “La Torre Prourban no solo es un símbolo de la arquitectura porteña, sino un ejemplo de cómo un edificio puede seguir transformándose sin perder su esencia”, concluyó Villanueva.Fuente: telam