17/11/2024
Los 88 años de historia del edificio del ex Ministerio de Desarrollo Social: del discurso de Evita a los intentos por demolerlo

Fuente: telam
Es parte de la vida del país que podría transformarse en un recuerdo. Intentó ser el inicio de un plan de convertir a la Nueve de Julio en la sede de todos los organismos nacionales. Ahora, el gobierno de Javier Milei reflotó la idea de quitarlo de la traza de la avenida
>En la época de virreinato vigente, el terreno comprendido entre las actuales calles Belgrano, Lima, Moreno y Bernardo de Irigoyen era, como toda la zona circundante, tierra de quintas. Allí, el 14 de octubre de 1791 se inauguró la primera plaza de toros de Buenos Aires. Hasta entonces las corridas se hacían en la actual Plaza de Mayo. El virrey Nicolás Antonio de Arredondo dispuso que parte de la recaudación de los espectáculos fuera para obras de empedrado.
Con los toros, el barrio cambió para peor. Aparecieron los corrales para animales, las pulperías, las “casas de mala fama”, las apuestas, las peleas, el pánico cuando algún animal corría sin control por las calles. Un ambiente en el que no era recomendable caminar cuando oscurecía.
Perduró la calle Aroma, conocida popularmente como Del Pecado, porque era sitio habitado por prostitutas, cuyo trazado podría corresponder con la entrada sur del edificio actual del ex Ministerio de Desarrollo Social. De la vereda de enfrente estaba la Plaza del Buen Orden, llamada después Moreno y posteriormente Belgrano.
Ocurría que todos esos proyectos chocaban contra uno más integral y abarcativo, que era el diseño de una gran avenida parquizada que comunicase el norte con el sur de la ciudad.
En enero de 1912 se aprobó la ley 8855 que disponía su construcción y se autorizaría un empréstito para las expropiaciones de la Diagonal Sud y las aperturas de las avenidas Santa Fe y Corrientes.La aparición del ingeniero Carlos María della Paolera fue clave en la cuestión. Concebía a la futura traza como “el verdadero desahogo del centro de Buenos Aires” y defendía la idea de que fuera una avenida-parque, tal como se relata en el libro “Carlos María Della Paolera y el urbanismo científico en la Argentina”, Cedodal, 2021.Entre 1931 y 1935 había en carpeta diversos proyectos de crear Centros Cívicos Gubernamentales y Municipales a lo largo de la avenida Nueve de Julio, donde se agolparían desde Avenida de Mayo hacia Plaza Constitución todos los edificios públicos. Los que defendían esta medida argumentaban que lo hacían para racionalizar los recursos y hacer más eficaz el funcionamiento del Estado.
De esta manera, la avenida contaría con la Casa de Gobierno, los ministerios, la Caja de Conversión, la Casa de Moneda, la Oficina de Contribución Territorial, Impuesto a los Réditos, Biblioteca y el Palacio Municipal.Había que empezar con alguno y Al proyecto original del edificio, transformado en la ley 11714, se le sumaría otro tiempo después que consistía en levantar uno mellizo sobre Bernardo de Irigoyen que albergaría a los ministerios de Guerra y Marina.Esta construcción hay que enmarcarla en un vasto plan de obra pública desarrollado durante la presidencia de Agustín P. Justo. El mandatario, como ingeniero, conocía del tema y designó a profesionales en áreas claves de la gestión.
El diseño fue del arquitecto Belgrano Alberto Blanco (llevaba el nombre Belgrano porque el padre era fanático del creador de la bandera), los directores de la obra fueron el ingeniero Marcelo Martínez de Hoz, con la supervisión del arquitecto José Hortal, Director de Arquitectura del ministerio, de trato diario con el presidente.Comenzaron el 15 de noviembre de 1934. Se levantaría un edificio de 93 metros, con dos subsuelos, una planta baja y 22 pisos, con terraza. Se inauguró en septiembre de 1936, tal como puede verse en una placa de mármol colocada en el hall del segundo piso. La Nueve de Julio debió aprender a convivir con ese rascacielos que nada tenía que ver con los proyectos urbanísticos pensados para la traza.
Los medios de ese momento escribieron sobre la construcción: dijeron que poseía “una grandeza bien lograda”, comparada con “los mezquinos edificios alquilados”, y elogiaban sus ascensores. Sin embargo, los arquitectos urbanistas sostenían que, por sus dimensiones y ubicación, rompían con la armonía y la racionalidad con la que crecía el centro porteño.El edificio sería parte de la escenografía de un hecho clave en la historia del peronismo, como fue el renunciamiento de Eva Perón a su candidatura a la vicepresidencia para las elecciones del 11 de noviembre de 1951.
Sobre la avenida, pegado al edificio, y sobre la mano que va hacia Plaza Constitución mirando hacia el Obelisco, se levantó un imponente escenario con las gigantografías de Perón y Evita, con la leyenda: “La fórmula de la Patria”. Esa noche hubo gente hasta la avenida Corrientes.
Cuando el 17 de octubre de 1951 comenzó la televisión en el país con Canal 7, se instaló la antena en la terraza del edificio. Fue armada en 45 días, tenía un alcance de cinco kilómetros y la primera transmisión fue el acto del día de la lealtad de ese año.Fueron dos aviones de la Marina de guerra que ametrallaron el frente que da a la calle Moreno, impactando proyectiles en los pisos 2, 18 y 19. Solo hubo principios de incendios que fueron rápidamente sofocados.
En 1991, por la reforma del Estado, en que Obras Públicas pasó a ser una secretaría de Hacienda, el edificio fue transferido al ministerio de Salud. También se mudaría luego el ministerio de Desarrollo Social.En 2010, el gobierno kirchnerista declaró a Eva Perón “mujer del bicentenario” y el año siguiente se colocaron dos murales de acero con su rostro en las caras norte y sur, realizados por el artista En septiembre pasado, el edificio cumplió 88 años de vida, y vio pasar junto a él a la historia del país. Sabe que posiblemente estén por ponerle fecha de defunción, pero él, mientras tanto, que las pasó todas, se sigue haciendo notar en la avenida más argentina del país.
Fuente: telam